No es la primera vez que quedo en el medio de una discusión entre una pareja de vecinos, que bien podría pasar como el reto de una madre malhumorada a su hijo. En realidad, no es discusión, es griterío y gran reto de ella hacia él. Lo viví varias veces, pero no dejo de sorprenderme y me cuesta entender un poco como una mina loca así, puede convivir con su novio. ¿¡Cómo y por qué se la banca!? Siempre quise preguntarselo. ¡Tan bajo está el valor y el orgullo de él que se deja tratar así en público! Todo el edificio la catalogó como la mandona y a él como al perro. ¡Pobrecito!
rescatalo y mandan a la mina fuera!!!